Dom. Abr 21st, 2024

La mayoría de las personas reconocen y recuerdan la #parotiditis_viral o epidémica, (#paperas ) actualmente poco frecuente desde que se inmuniza contra ella en forma rutinaria.
Sin embargo es una enfermedad distinta, aunque poco frecuente.  Se la define como la inflamación repetida, de las glándulas parótidas (glándulas que producen saliva, ubicadas por delante y debajo del pabellón auricular) sin que exista infección viral, (parotiditis epidémica o clásica) y sin evidencia de obstrucción del conducto de drenaje de la glándula.

También se la conoce como parotiditis juvenil por presentarse de preferencia durante la infancia, pudiendo repetirse, excepcionalmente, durante la adultez. Su frecuencia es mas bien baja, y sus causas permanecen desconocidas, desapareciendo generalmente después de la adolescencia, independientemente de las veces que se haya repetido durante la infancia. Algunas de las teorías sobre sus causas son, la infección ascendente desde la cavidad bucal hacia la glándula a través del conducto de drenaje de saliva, produciendo inflamación del conducto y obstrucción posterior. Algunos investigadores piensan que algún grado de obstrucción del conducto salival es condición indispensable para que esta inflamación (infección ) se produzca. Actualmente, desde un punto de vista práctico, se piensa que múltiples factores, incluídos factores como la obstrucción del conducto salival, las características propias de la saliva del paciente, herencia, así como factores alérgicos e inmunológicos locales, pueden influir en su producción. El hecho de que las otras glándulas salivales (submaxilares y sublinguales) no se enfermen, tampoco tiene una explicación clara.

Signos y síntomas:

Se presenta como una hinchazón dolorosa de la zona parotídea (por delante y debajo el pabellón auricular). El dolor aumenta con la masticación y deglución y generalmente se acompaña de fiebre. Se presenta por primera vez ente los 3 a 6 años y desaparece, habitualmente después de los 16 años. Afecta mas frecuentemente a los varones antes que las niñitas. (70% vs 30%). Habitualmente se compromete una de las glándulas, pero también pueden enfermarse ambas. Después de un período de varios días a 2 semanas el cuadro desaparece y el paciente queda sin síntomas. La enfermedad tiende a repetirse con ataques que pueden ser tan frecuentes como tres o cuatro meses o pasar varios años sin repetirse, hasta la época del pubertad en que desaparecen. En algunos casos se logra encontrar pus desde el orificio de salida de drenaje de saliva de la glándula, especialmente si se masajea la zona inflamada, pero esto no es una condición frecuente. Se puede la confundir con la inflamación de ganglios del cuello, o abscesos originados en las amígdalas u otras estructuras de la cavidad oral.

Examenes a realizar:
Sialografía o radiografía en la cual se inyecta medio de contraste a través del conducto salival, hacia la glándula. Actualmente se ha reemplazado con la ecografía, como examen mas sencillo y fácil de realizar. Con ellas se puede diferenciar otras causas de inflamación de la zona, como inflamación de ganglios o la presencia de abscesos en la glándula parótida, así como quistes u obstrucción del conducto salival. Estudio de la secreción salival anormal: no aporta demasiados datos. En ocasiones se puede identificar bacterias que se agregan al proceso inflamatorio, los cuales son las comunes de la cavidad oral.

Tratamiento:

No existe un tratamiento universalmente aceptado, desde el momento que no existe una causa única identificada ni consenso en su origen. El tratamiento de las molestias como la fiebre, el dolor y la inflamación es la base aceptada por todos. La mayoría de los especialistas acuerda que los antibióticos también pueden acelerar la curación del episodio y evitar daño al tejido de la glándula. Los antibióticos mas recomendados son la amoxicilina o algunas cefalosporinas de segunda generación, las que son efectivas para las infecciones de la cavidad oral y sus estructuras anexas. Algunos especialistas recomiendan el uso de corticoides para evitar las recurrencias, lo que no esta aceptado por todos. Para evitar las recurrencias algunos tratan con antibióticos por períodos prolongados y otros recomiendan, el lavado de la glándula con antisépticos a través del conducto salival intubado con una pequeña sonda. Otros tratamientos que se han aplicado y que no recomendamos son: radioterapia, la ligadura del conducto salival, extirpación quirúrgica de la glándula enferma o la sección del nervio que estimula la producción salival de la glándula enferma. El tratamiento mas ampliamente aceptado es el uso de analgésicos y antiinflamatorios, además de antibióticos durante los episodios de inflamación y esperar hasta la resolución espontánea en la pubertad, hecho que se produce en la gran mayoría de los pacientes. Los hechos que pueden hacer cambiar este curso de tratamiento, es la presencia de abscesos en la glándula, y las manifestaciones tóxicas del paciente que indican que la infección bacteriana está fuera de control o se trata de una infección  por una bacteria inhabitual y muy agresiva.