Lun. Abr 7th, 2025

Conducta a seguir con los traumatismos craneales menores en los niños.
Comite de Mejoría de la Calidad de la Academia Americana de Pediatría y Comisón de Políticas Cíinicas e Investigación, de la Academia Americana de Médicos de Familia.

La pregunta sobre las precauciones a tomar después de un golpe en la cabeza de un niño, que fue lo suficientemente importante como para causar pérdida de la conciencia transitoria, vómitos, dolor de cabeza pasajero y\o pérdida de la memoria previa o posterior al accidente, es frecuente para los pediatras. Lo que hay que saber, es que el hecho de que el niño esté en buenas condiciones con posterioridad no significa que el riesgo pasó. La conducta ha sido fijada por la Academia Americana de Pediatría, en base a las evidencias publicadas recientemente.

A. Estas sugerencias se aplican a niños con indemnidad neurológica previa, con traumatismos craneales como los descritos y sin alteraciones neurológicas al examen médico, sin evidencias de fracturas de cráneo (como hemorragia de tímpano, depresiones palpables del cráneo ni hematomas en la zona detrás de las orejas ). Esto debe incluir un examen de fondo de ojo normal.

B. Estos niños deben permanecer en observación en el Servicio de Urgencia en donde consultaron o en su casa bajo la supervisión de una persona competente que conozca estas sugerencias. Se insiste que solo los niños sin compromiso de conciencia pueden ser observados en estas condiciones.

C. La realización de un TAC (tomografía computada de cerebro o scanner) será el complemento obligado de esta observación en los niños definidos con TEC mínimo y sin alteraciones de conciencia.

D. La decisión de una TAC de cerebro o de una radiografía de cráneo la tomará una persona competente que observa al paciente. El TAC de cerebro será en examen de elección por su gran especificidad y sensibilidad. Si no existe TAC disponible se puede ayudar con Radiografía de cráneo. Sin embargo se tendrá en cuenta que la ausencia de fracturas no significa ausencia de complicaciones ni la presencia de fracturas evidencia de estas. Se recomienda que la observación se haga en lugares en donde exista la posibilidad de TAC de cerebro.

E. en algunos estudios la RNM (resonancia nuclear magnética) ha sido demostrada como mas sensible que el TAC en algún tipo de lesiones cerebrales traumáticas. Sin embargo no existe diferencias apreciables entre TAC y RNM en las lesiones traumáticas clinicamente significativas y sangramientos que requieran intervención quirúrgica. El TAC es mas rápido, barato e igualmente bueno en el diagnóstico de estas lesiones. Por tal motivo el Subcomité piensa que el TAC ofrece ventajas sobre la RNM en el cuidado del trauma cerrado agudo de cráneo en niños, con las características descritas.

G. Los niños neurologicamente normales con TAC de cráneos normales tienen un riesgo muy bajo de complicaciones posteriores. Los pacientes pueden ser dados de alta después de un período de observación y un TAC y examen neurológico normal.
La decisión de observarlos en la casa debe tener en cuenta la tardanza en volver al hospital si presenta signos de complicación y la confiabilidad de las personas que lo van a observar en casa. De lo contrario la observación deberá ser hecha en la clínica o servicio de urgencias por un período no inferior a 12 horas.
H. si el TAC de cráneo revela anormalidades, la conducta será de ingreso a las unidades de hospitalización adecuadas y la consulta con especialistas idóneos (neurólogos y neurocirujanos)

I. Si el niño se agrava en su conciencia o presenta signos de deficiencias neurológicas, durante el período de observación, una nueva evaluación neurológica y un nuevo TAC de cerebro deben ser hechos de inmediato, después de estabilizar al paciente. Si aparecen anormalidades en el TAC de cerebro, se debe proceder a consultar con un especialista en forma rápida (neurocirujano)

Comentario: a estas recomendaciones, a mi juicio, no se aplican a los niños menores de 2 años en quienes estas precauciones deberán ser extremadas, ya que las complicaciones son mas frecuentes y graves a esta edad.
Una contribución del Dr. Mario Cerda.

Bibliografía: American Academy of Pediatrics, The Management of Minor Closed Head Injury in Children Pediatrics 1999; 104(6) December:1407-15