Mar. Mar 19th, 2024

Los #vómitos son comunes en los niños, especialmente en los más pequeños. Por lo general, son síntomas inespecíficos y no siempre indican un problema digestivo. Sin embargo, hay casos en los que los vómitos tienen características especiales y requieren atención especial.

Además de ser un signo de enfermedad, los vómitos pueden impedir que el niño se alimente adecuadamente o se mantenga hidratado, especialmente cuando también hay diarrea. En estos casos, es importante darle al niño pequeñas cantidades de agua o soluciones hidratantes (como sueros) con frecuencia, cada 10 a 15 minutos. Si el niño vomita, espere unos minutos e inténtelo nuevamente sin desanimarse.

Durante las primeras 24 a 36 horas, evite alimentar al niño, incluso si él lo solicita. Después de ese período, comience a introducir alimentos basados en carbohidratos, como tallarines, galletas, jugos y bebidas sin gas. Sin embargo, si además de los vómitos el niño tiene fiebre alta, se encuentra muy decaído o si tiene alguna otra preocupación, es importante que consulte con su médico. Algunos vómitos especiales pueden indicar la presencia de una enfermedad específica.

Existen varios tipos de vómitos que pueden ser señales de alarma. Estos son algunos de ellos:

  1. Vómito explosivo: Se trata de un vómito sin náuseas que ocurre de manera repentina. Este tipo de vómito puede sugerir un aumento de la presión dentro del cráneo, como en el caso de la meningitis, hemorragia intracerebral o tumor intracerebral. Si el niño presenta vómitos explosivos junto con fiebre y rigidez en el cuello (en el caso de meningitis) o pérdida de conciencia (en el caso de hemorragia cerebral), es importante buscar atención médica de inmediato. En los recién nacidos, el vómito explosivo puede ser un signo de obstrucción del píloro, que ocurre entre el día 15 y 45 de vida. Se debe realizar un estudio y, en caso necesario, una operación. No dude en llamar a su médico.
  2. Vómito porráceo: Este tipo de vómito se caracteriza por tener un contenido de color café oscuro similar a la borra de vino. Puede indicar una obstrucción intestinal debido a inflamación o torsión del intestino. Si su hijo presenta vómitos porráceos, es necesario realizar un estudio y buscar una solución urgente para la causa subyacente. Lleve al niño a un servicio de urgencias sin demora.
  3. Vómito con sangre: En este caso, es posible identificar la presencia de sangre en el vómito. Puede provenir de la sangre deglutida debido a una herida en el pezón en un recién nacido que se alimenta del seno materno, o ser el resultado de una hemorragia nasal que lleva a la deglución de sangre hacia el estómago. En algunos casos de vómitos frecuentes, pueden producirse pequeñas lesiones en la unión entre el esófago y el estómago, lo cual se manifiesta con pequeñas gotas de sangre. Estos casos solo indican la presencia de vómitos repetidos y no necesariamente están asociados a una condición grave.

Es importante estar atento a los síntomas y características especiales de los vómitos en los niños. Si tiene alguna preocupación o duda, no dude en consultar con su médico. La pronta atención médica puede ayudar a identificar cualquier problema subyacente y garantizar el bienestar de su hijo.