Mar. Mar 19th, 2024

Problemas con las Tareas Escolares, es frecuente en la enseñanza escolar que algunos niños no sigan el ritmo de sus compañeros y se retrasen en su aprendizaje, olvidando las tareas y estudios encomendados para el hogar.

Los grandes enemigos del trabajo en el hogar son los teléfonos, la televisión y los juegos de video que han invadido los hogares. Pero este no es un problema que haya aparecido con estas entretenciones. Anteriormente eran el fútbol callejero o la bicicleta en los niños y muñecas en las niñas.

No es extraño que estos niños estén desatendidos durante las horas en que debieran estudiar, quedando a su deseo el hecho de cumplir o no con sus tareas.

Muchas veces estos niños se sieten desmotivados porque sus éxitos, aunque menores, no han sido reconocidos y por sus padres En otras oportunidades alguno de los padres ha enviado el mensaje, que los estudios no son garantía de triunfo en la vida y pone por ejemplo su propio caso. Sin embargo lo más frecuente es la falta de método y supervisión que el niño encuentra en su casa. Los llamados de atención de los profesores muchas veces antes de avergonzarlos frente a sus compañeros lo convierten en un líder negativo que algunos pueden imitar. Otros aun ven en su mal rendimiento la forma de llamar la atención de padres distantes, que ante el riesgo del fracaso escolar buscan la manera de ayudarlo en sus tareas. Es característico el mal rendimiento escolar que se inicia en un momento en que los padres deciden separarse. El niño puede intentar a través de su mal rendimiento fijar un objetivo común a la pareja para evitar la separación.

¿Cómo ayudar a recuperar la responsabilidad?

Deje las cosas en claro en cuanto a horarios en el hogar, de tal a tal hora se le dedica a los estudios, de tal a tal otra al órden de la pieza y de tal a tal otra a los juegos o televisión. No transe en cuanto a esta distribución. Proporcione un ambiente de tranquilidad durante el horario de estudios. Si uno de sus hijos está estudiando, el otro no puede estar viendo TV o jugando con videojuegos.

Entregue la responsabilidad total de las tareas escolares a su hijo y manifiésteselo. Él es una persona que está estudiando para su futuro y no para el de sus padres o hermanos. Si no cumple con las tareas, que enfrente las consecuencias en el colegio, no como un castigo agregado de su parte, sino como un apoyo al colegio y los profesores. Sin embargo si su hijo le pide ayuda en determinadas materias, demuestre su interés, ayúdelo y aproveche de comentar lo que ya sabe y lo bien que está haciendo su trabajo.

Es conveniente entrevistarse con el o los profesores, probablemente aprenderá mucho de su hijo a través de ellos, como los intereses y aficiones del niño. No pida imposibles, nadie puede mejorar en un 100% en pocos días o semanas. Los pequeños logros son tanto o más importantes en esta etapa, que los grandes que vendrán después. El aumento de décimas en una nota debe ser pretexto suficiente para felicitarlos y demostrar entusiasmo por su mejoría.

Dígale claramente que se siente orgulloso de ese cambio y que está seguro que éste continuará. Si en algún momento hay un retroceso, ignórelo y recuerde los pequeños éxitos recientes como argumento de que las cosas ya cambiaron. En este punto puede prometer incentivos para el mejor rendimiento (los cuales deberá cumplir religiosamente). Estos deberán ser proporcionados al logro. No exagere o después no tendrá qué prometer.

Recuerde que estos incentivos deben ser atractivos para el niño, no para Ud. Averigue cuales son sus deseos escondidos y sus gustos. El incentivo ideal debiera ser aquel que aumenta las ocasiones para compartir el tiempo juntos, pero no siempre puede ser así. Respete las aficiones y los intereses de su hijo y en algunos casos adhiera a ellos. Algunas veces será la adquisición de una mascota, en otros enseñarle a manejar el automóvil, etc.

Si pese a todo el niño después de un tiempo prudencial de algunos meses no demuestra interés ni progreso, consulte con un sicólogo especializado.