Lun. Mar 18th, 2024

Son movimientos repetitivos e involuntarios que hacen algunos niños después de los 2 años y hasta los 4 o 5 años, en forma espontánea. Algunos pueden ser muy simples como pestañeos y otros más complejos como golpearse la cabeza o varios movimientos seriados y consecutivos.

Generalmente nacen como movimientos normales que en algún momento llamaron la atención de los padres, ante lo cual los niños los repiten, semivoluntariamente al inicio, y luego en forma automática, más frecuentemente. Cuanto más preocupación o sorpresa causan en los padres son más difíciles de erradicar.

¿Qué hacer frente a ellos ?

La conducta de los padres debe ser el ignorar estos movimientos, sobre todo que en la mayoría de las veces son inocuos y no presentan un riesgo para el niño. Si el niño pregunta sobre ellos, tranquilícelo y dígale que ya pasarán.

Estimúlele diciéndole cada vez que ha notado que los presenta con menor frecuencia y que está mejorando. Instruya a los demás miembros de su familia de una conducta similar en relación a ellos, al igual que en el jardín o colegio al cual, el niño, asiste. Si estos movimientos se acompañan de otras manifestaciones como alteración de la conciencia, pérdida de la memoria, falta de conciencia de su existencia o cuando estos se hacen generalizados con todo el cuerpo y el niño parece desconectarse del mundo, pueden tratarse de otra cosa.

Algunas de las otras posibilidades que se pueden confundir con estos movimientos pueden ser equivalentes a convulsiones inaparentes o movimientos autistas que deben ser puestos en conocimiento del médico de inmediato.