Jue. Mar 28th, 2024

Es la incrustación de los bordes de la uña en el dedo (habitualmente el dedo gordo del pie).

Una vez incrustada la uña en los tejidos del dedo se produce una reacción inflamatoria de estos tejidos que se traducen en dolor e hinchazón de la zona que limita el uso del zapato y la deambulación.

Esta inflamación puede además infectarse con las bacterias de la piel originando un verdadero abceso en el borde de la uña. Este problema es especialmente frecuente en los lactantes pequeños en que las uñas son muy delgadas y filosas incrustándose con facilidad.

¿Qué hacer en estos casos ?

Cubra la zona afectada con ungüento antibiótico y protéjala con una gasa y tela adhesiva o curita según el tamaño de la lesión. Si esto se hace precozmente en el inicio de la inflamación puede evitarse su progresión.

Si lo anterior no cortó la progresión deberá favorecerse el drenaje espontáneo de la pus que se forma con calor local, además del ungüento antibiótico. Con posterioridad será muy importante cortar las uñas en forma recta y no semicicular como se acostumbra. Esto evita la incrustación de la uña en la piel del pequeño y gordo dedo de su hijo.

Si el niño es mayorcito preocúpese que use zapatos amplios que eviten que el dedo se vea comprimido y presionado contra la uña. Sin embargo si el tratamiento anterior no rinde los efectos deseados y se forma un absceso importante, es conveniente llamar a su médico para que considere el drenaje quirúrgico de la lesión.

Por otra parte si el problema se repite con cierta frecuencia, puede ser necesario que el cirujano recorte la piel enferma que permite la incrustación de la uña.